Una noche de Modernico Febrero…

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El 7 de febrero fue una noche genial, la primera del año en el Bar de René (https://www.instagram.com/bardereneoficial/).  No solo era el primer show del año en este escenario, sino que también la oportunidad de, al pagar la entrada, aportar aunque fuera un poquito más, a los afectados de los incendios en la región de Valparaíso…

El ambiente era armonioso y jovial, igual el calor estaba un poquito de más, pero la energía que se sentía en el ambiente, daba para pensar que era una gran noche.  Como quien tiene la seguridad de enfrentar un momento sublime, la sensación que afloraba era de alegría y expectación.

Tuve la oportunidad, justo antes del momento en que comenzó a sonar la cortina de «Spandau Ballet», poder saludar a cada integrante de la banda.  Había emoción en los chicos, alegría, se veían tranquilos, contentos…

Y comenzando el show, la noche se hizo majestuosa.  En el escenario, ya estaba #Modernico: JL Godoy (https://www.instagram.com/eljosegodoy_/) en la guitarra y pistas; en la batería, Bastián Fernández y en la voz, Lola Ortega (https://www.instagram.com/lola__lu__/).

La música de ellos, engancha de inmediato.

No sé qué es, pero son una banda cuyo sonido lo toma a uno y lo hace desconectarse de lo que pasó en el día, de un sentir negativo, de alguna pena de amor y estoy seguro que es lo que le pasará a todos los que les puedan ver. Su música es alegre, con un color mágico, agradable; las letras, son profundas y coherentes; su temática tiene mucho sentido. La guitarra, está super bien interpretada, suena perfecta y en línea con una melodía pop, pero con nada de simpleza ni vacíos, por el contrario, son notas bien logradas, con un efecto elegante y fresco, se siente bien delante de los teclados y sintetizadores, de las pistas. La batería está muy bien acoplada, rítmica, con un swing que no permite que uno se quede quieto, algo hay que mover, ya sea la mano, los pies, la cabeza, cualquier parte del cuerpo. Los coros, entonados y amables, acompañaron perfectamente la voz de Lola, que suena excelente y fiel a sus discos. Yo creo que ese es, probablemente, el ingrediente que lo deja a uno pegado con la banda. En un complemente perfecto con la música, la voz de Lola va provocando sensaciones casi místicas y lo digo de verdad: “casi místicas” pues las letras llegan y calan hondo por un camino y por el otro, la música provoca una sensación complementaria que es distinta, potente y deliciosa.  Son dos sensaciones diferentes, que tiene un muy buen sabor al juntarse… Un fenómeno rico de experimentar.

El mítico escenario del Bar de René, que ha tenido a tantas y tantas bandas de rock y de varias otras tendencias, con momentos históricos en el tiempo, le vino muy bien a Modernico que se movió con mucho ritmo sobre esas tablas.  Son tantos los pasos que se han dado sobre ese espacio, que es difícil precisar la cantidad, pero si de algo puedo dar fe, es que esta noche de verano, calurosa, jovial como dije al principio, dejó una que otra marca en una puesta en escena cuya elección de temas tuvo una temática que fue “in crescendo” en la intensidad del sentir, las canciones de tipo romántico, bailable, estrenos y hasta una con ritmo tropical…

Así, esa noche sonaron:

Amor de tontos

Si tú quieres

Junto mis piezas

Tu nombre

Paisaje

Disparo al corazón

Relámpago

Quiero saber

Dictoeca (Discoteca)

La crónica dirá que una noche de melancólico pop, por sus letras, se hizo sentir en un Febrero del año 2024, que dejó una sensación agradable y mágica, llena de nostalgia; pero con el corazón regocijado de alegría, por una musicalización de mucha energía, que se consumió fácilmente, de un gusto amable, delicioso, que deja con ganas de más, y un sabor de boca dulce…

Todo esto, en el bar de René.

Gracias Modernico (https://www.instagram.com/https://www.instagram.com/modernicosoy/modernicosoy/).  Hasta otra nueva noche especial, no importa el clima…

Por René F.E.